Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones. Madrid.
Fluorescentes. Tres fases de plafones de fluorescentes iluminaban la sala en la que, además de unos sesenta sillones de eskay cuatro columnas forradas con espejos dificultaban la visibilidad. El suelo de terrazo enfriaba el local pero más pesaba el estrado fijo que presidía el recinto. Como contrapunto, una acogida calurosa por parte de los organizadores nos ayudó a entrar en calor. El día anterior habíamos comprado un equipo de sonido que nos disponíamos a estrenar en este concierto y estábamos terminando de ajustar volúmenes cuando el público comenzó a sentarse. Es cierto que no llevábamos mucho tiempo de sobra. Al fin y al cabo era la primera vez que tocábamos con nuestro propio equipo y no teníamos mucha costumbre de enchufar más cables que los de los propios amplificadores. Era evidente. No había más que vernos intercambiando jacks porque ninguno tenía la medida necesaria para la correcta colocación de los altavoces. Eso no vale de excusa. No puedes salir a tocar explicándole al público que no van a escuchar nada porque no hemos previsto la logística adecuada. Así que le robamos los cables de colores al pianista y apañamos una configuración no del todo mala.
Probamos sonido con temas de fuera del repertorio con los que empezó a disfrutar (contra todo pronóstico) la gente que se había colado en la habitación. Cierto es que nos daba apuro seguir probando mientras aquellos pacientes estudiaban nuestras miserias así que decidimos comenzar la actuación así, a las bravas.
Micrófono que no se enciende para el narrador, atril que no se aparta para la cantante, monitores que no devuelven sonido... o sea, lo normal.
Sin embargo, nos fijábamos en las caras del público y no percibían esos detalles que sólo parece notar el músico. O sea, que estaban disfrutando. Y por lo que se ve, bastante.
Esta vez habíamos previsto un repertorio muy clásico para acompañar a una selección poética que llevaba por título: "La poesía a través de la historia" sin embargo seguimos usando el sistema estrenado en el concierto anterior de integrar más música y poesía. Creo que con buen resultado pues los cortes entre uno y otro bloque no resultan tan bruscos.
Así aguantamos casi hora y media y al finalizar, creo que no eran amigos los que solicitaban un tema más. De hecho, no eran amigos los que llenaban la sala (aunque alguno había) y, sin embargo, disfrutaron y aplaudieron de lo lindo.
Tanto que cuando al finalizar el vicedecano del colegio anunció el próximo concierto homenaje a Pablo Neruda, casi todos los asistentes mostraron su agrado y confirmaron que regresarían.
Esto había que celebrarlo, así que marchamos a un bar oscuro donde escuchamos buen blues en directo. Y algo aprendimos.
Temas: All Blues. Beautiful Love. There will never be another you. Something. A night in Tunisia. Autumn leaves. Misty. Chain of fools. All of me. Straight no chasser.
